"Este elemento radiactivo de manejo muy peligroso", explica el citado Comité, "tiene una capacidad muy baja de penetración en el cuerpo, salvo si se bebe o se fuma su sal, cuando resulta muy nocivo".

El presidente del CNPT, el doctor Rodrigo Córdoba, asegura en este sentido que el polonio-210 se ha localizado en el epitelio broncopulmonar de los fumadores y que está demostrado que puede causar cáncer de pulmón en animales de laboratorio expuestos a dosis equivalentes a una quinta parte de la cantidad que ingiere un fumador medio a lo largo de la vida.

Asimismo, sostiene que un fumador de dos paquetes al día absorbe una radiación que multiplica por siete la que procede del gas radón, un reconocido cancerígeno ambiental que se encuentra de modo natural en el subsuelo.

Por este motivo, continúa Córdoba, lo que "sorprende es que cunda la alarma por los sucesos que estamos oyendo estos días, relacionados con el trágico fin del ex espía ruso, y no se repare en que el polonio-210 y muchos otros venenos abundan en domicilios y lugares públicos por culpa del tabaco".

Además del polonio, en el tabaco hay un total de 69 productos "especialmente nocivos", de los que 11 han demostrado poder cancerígeno en la especie humana, subraya el Comité Antitabaquismo.

"De ahí la explicación de que el humo de tabaco cause 10 tipos de cáncer distintos, entre los que el de pulmón sólo es el más frecuente, y sea motivo de 15.000 fallecidos cada año en España", concluye el doctor Córdoba.