Para Galán, este hecho es "una tomadura de pelo al pueblo español por parte de sus hasta ahora legítimos representantes" y, a su juicio, "lo qu pone de manifiesto es que efectivamente hay interés en la cúpula de determinadas fuerzas políticas de no aclarar el asunto del GAL y dar un carpetazo siguiendo las tesis de la madurez política que decía Jordi Pujol".

Consideró que la disolución de la comisión es "un escándalo y una tomadura de pelo" y acusó al Gobierno de "desprestigiar otra institución más, ya de las pocas que faltaban por desprestigiar, y no le importa cargarse absolutamente todas las instituciones con tal de salvar la piel".

gregó que todo el mundo pensaba que el Senado era una Cámara "absolutamente inutil" y, dijo, "ahora hemos visto que es peor, que tiene una utilidad perversa".

Galán, que había sido propuesto para comparecer ante la comisión, no se mostró contrario la creación de la misma, sino que afirmó que, aunque era un poco escéptico respecto de sus posibilidades reales, "en principio me parecía positivo el que se trate de averiguar toda la verdad por todos los medios lícitos".

Finalmente, estimó que los trabjos de la comisión no iban a interferir a la investigación judicial sobre este asunto y calificó de "curioso" el hecho de que el presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Pascual Sala, "hable de interferencia en este caso y en el tema de Roldán no le pareciese que interfiriese nada y estuviese muy calladito".