Según ha informado la Comisión, a partir del 8 de octubre el nuevo reglamento obligará a introducir métodos de análisis sobre biodegradabilidad más estrictos, y a incluir más exigencias sobre el etiquetado destinadas a proteger al consumidor.

El Ejecutivo europeo explicó que los agentes superficiales orgánicos de los detergentes en polvo pueden tener un efecto tóxico en las aguas superficiales e imponer una carga en los centros de depuración de aguas residuales.

La nueva norma permite simplificar el derecho comunitario reuniendo en un sólo texto cinco directivas y una recomendación de la Comisión sobre el etiquetado de los detergentes.

Las normas sobre los métodos de ensayo se han reforzado para proteger aún más al consumidor y al medio ambiente. Hasta ahora, el 10% de los agentes de superficie, utilizados principalmente en los suavizantes y lavavajillas, quedaban excluidos de dicha normativa.

Asimismo, las etiquetas informativas deberán incluir más detalles sobre todos los productos susceptibles de provocar alergias.

Es la primera vez que un reglamento se aplica a los detergentes, siendo el objetivo último la puesta en marcha comunitaria de exigencias técnicas y facilitar así las modificaciones ulteriores que el desarrollo y conocimientos científicos en la materia pueden apotar.