Esta iniciativa pretende poner freno a los elevados gastos que supone para a Comunidad la gestión de numerosos centros nucleares, algunos ni siquiera en funcionamiento pero que siguen arrastrando enormes cantidades económicas, al encontrarse en una fase de enfriamiento.

En una primera evaluación de lo que costaría este proyecto, el presupuesto ascendería a 450 millones de euros (más de 74.000 millones de pesetas), que deberían proceder de los presupuestos europeos de los próximos 25 años.

Las instalaciones nucleares de la UE proceden de la concesión de algunos de sus Esados miembros durante los años del establecimiento de la Comunidad. Luego se fueron creando más centros, como los de Ispra (Italia), Petten (Holanda), Geel (Bélgica) y Karlsruhe (Alemania).

Algunas centrales siguen en funcionamiento, pero existen centros que dejaron de funcionar hace ya más de 20 años, aunque sus costes de mantenimiento son elevados.