El comisario Christos Papoutsis expresó su satisfacción por esta inicitiva y dijo que "su objetivo es resolver los graves problemas que afrontan las empresas europeas, y en particula las pymes, ante la persistencia del fenómeno de la morosidad".

"Me produjo consternación", añadió el comisario, "la indiferencia mostrada por la mayoría de los estados miembros ante nuestra recomendación de 1995 sobre este problema. Ahora les insto a que adopten esta directiva sin mayor dilación y les invito a que demuestren su sensibilidad y empeño político en ayudar no solo a nuestras pymes, sino también a la creación de empleo".

La directiva propone una compensación a las empresas que se ven erjudicadas por la morosidad en el pago por parte de otras compañías o de las administraciones públicas, incluyendo el abono de un interés compensatorio.

Asimismo, la directiva establece la reserva de dominio por parte del vendedor hasta que el comprador haya pagado íntegramente la cantidad adeudada, que los procedimientos de cobro no superen los 60 días para las deudas no impugnadas, y el pronto y automático pago por parte de las administraciones públicas.