Gil-Robles indicó que "no esperaba que la situación de falta de control estuviera tan extendida en la Comisión", aunque no dudó de la independencia y rigor de los miembros del Comité de sabios, "a los que no se les pueden atribuir intereses electorales ni dependencias de unos u otros".

Destacó que el informe redactado por el Grupo de Sabios "refleja claramente que ningún comisario se ha lucrado", si bien reconoció que "más abao" se han producido casos de corrupción, "que se pueden achacar a una mala capacidad de organización en la Comisión".

Preguntado sobre el futuro del órgano ejecutivo europeo, Gil- Robles explicó que el primer paso ha de ser nombrar al presidente, que será sometido a consulta en el Parlamento, para posteriormente designar a los comisarios, que necesitan un voto de confianza del Parlamento en bloque.