Estas críticas coinciden con las que desde hace tiempo vienen realizando los fabricantes de juguetes españoles a través de su patronal, la AEFJ, que ha dnunciado reiteradamente que la inclusión de la marca "CE" ya no garantiza que un juguete sea seguro.

Por ello, los fabricantes de juguetes han comenzado a trabajar, en colaboración con el Instituto Tecnológico del Juguete (AIJU) y la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR), en el lanzamiento de la marca "N" que, además de salvaguardar la seguridad de los productos, exige unos parámetros mínimos de calidad.

Para la AEFJ, entre las razones del fracaso del distintivo "CE" figura la falta de unos mecanismos de control eficaces y la acusada estacionalidad del sector (el 80% de las ventas se concentran en Navidad). Esto último hace, explica esta asociación, que la inspección sea ineficaz, porque cuando concluyen las inspecciones ya se han vendido los juguetes.

A estos problemas se suma, según la AEFJ, la entrada cada vez más frecuente de partidas de juguetes importados, fundamentalmente de Estremo Oriente, que no cumplen la normativa vigente sobre seguridad de los juguetes y usn de modo fraudulento la marca "CE".

La AEFJ denuncia, además, que estos juguetes suponen una clara competencia desleal, ya que el fabricante español y el europeo en general facturan juguetes seguros cuyo material y fabricación es más costosa que la de los juguetes que no cumplen la normativa sobre seguridad.

Aunque en la actualidad sólo algunos fabricantes españoles disponen de la marca "N", los responsables de la AEFJ prevén que este distintivo se extienda de manera importante el próximo año y ea utilizado por las empresas más avanzadas.