Según ha explicado la comisión, la ayuda económica para la puesta en marcha de las iniciativas asciende a 2.450.000 euros, que serán financiados a través del mecanismo de reacción rápida.

La UE ha diseñado esta campaña en estrecha colaboración con las autoridades españolas y con las informaciones recibidas por la administración francesa.

Las actividades se centrarán en ayudar a Mauritania con la gestión de sus fronteras marítimas y terrestres, y devolver a los inmigrantes a sus países de origen. También trabajarán para convencer a la población de los peligros que supone el viaje por mar y evitar que ésta abandone sus hogares, mediante programas de sensibilización a través de los medios de comunicación.

La comisaria de Relaciones Exteriores y Política Europea de Vecindad, Benita Ferrero-Waldner, declaró que "las nuevas medidas aspiran a evitar los trágicos incidentes en alta mar en los que tantas personas han muerto recientemente".

Las medidas abarcan la cobertura de los costes de funcionamiento de cuatro patrulleras entregadas por España a Mauritania, el equipamiento y formación de personal gubernamental con objeto de mejorar la gestión aduanera, y el mantenimiento de una capacidad efectiva de búsqueda y salvamento en el mar.

Mauritania también recibirá recursos para repatriar en condiciones huanitarias a los emigrantes que deseen volver a su país de origen desde el momento de su detención.

Además de revisar la legislación vigente en el país africano, la comisión apoyará a la Unidad de Inmigración, recientemente creada en el Ministerio de Interior mauritano, con el fin de aumentar su capacidad para revisar la aplicación de dicha legislación.