La propuesta, que deberá aprobarse por el Consejo de ministros de Asuntos Sociales del próximo 15 de diciembre, lanza la puesta n marcha de la estrategia para el empleo adoptada en la Cumbre de Amsterdam e inscrita en el nuevo Tratado.

Basada en cuatro pilares (empleo, espíritu de empresa, capacidad de adaptación e igualdad de oprtunidades), que constituyen la base de la estrategia, las líneas directrices definen un cierto número de de objetivos específicos que los Estados miembros deben alcanzar para elevar los niveles de empleo de forma durable.

Para mejorar la inrserción profesional, la Comisión propone atacar el paro e los jóvenes y de los parados de larga duración, pasar de medidas pasivas a activas, fomentar una aproximación del diálogo social y facilitar el paso de las escuelas al trabajo.

En lo que respecta al desarrollo del espíritu de empresa, el Ejecutivo comunitario propone facilitar la creación y las gestión de empresas, explotar las oprtunidades de nuevas creaciones de empleos y ofrecer un sistema fiscal más favorable al empleo.

En lo que se refiere a reforzar las políticas de igualdad de oprtunidads, la Comisión destaca la necesidad de atacar la discriminación entre hombres y mujeres y promover la integración de las personas discapacitadas en la vidad activa.

La puesta en marcha de estas directrices será objeto de un seguimiento regular de acuerco con un procedimiemto común para la evaluación de los resultados. En adelante, elaborará un informe sobre la puesta en marcha por cada Estado de las directrices y si lo considera necesario podrá presentar recomendaciones.