Esta plena integración, que ha de ser ratificada por e Consejo de Ministros de la CE, previsiblemente en septiembre, implica que tanto las frutas, como hortalizas, vino y flores no pagarán aduanas a partir del año que viene.

Tampoco existirán ningún tipo de limitaciones, ni de cantidad ni de precios, para que estos productos españoles lleguen a todos los países comunitarios.

Además, las cosechas de frutas y hortalizas gozarán de todas las ayudas comunitarias en vigor, ya sea para retirada, precios de garantía, primas de restitución a la exportaciónprimas para la industrialización de las cosechas.

La exportación de frutas y hortalizas supone un ingreso en divisas de 600.000 millones de pesetas, según el eurodiputado popular, Leopoldo Ortiz. De esta cantidad, 200.000 millones corresponde a los ingresos que se pueden percibir sólo por los cítricos.

Sin embargo, se excluyen de este propuesta los melocotones, albaricoques, fresas y tomates, debido a la presión francesa. Según Ortiz, estos productos se verán sujetos a un cierto control en las eportaciones que obligará a unos precios mínimos de venta, que, si no se cumplen, obligarán a los exportadores a pagar una tasa penalizadora.

También el acuerdo prevé una compensación financiera hasta 1996 para España, pues en la misma fecha, el 1 de enero de 1993, tal y como estaba previsto en el tratado de adhesión a la CE, también se liberalizarán el comercio de cereales, azúcar, lácteos y cárnicas, productos en los que España es deficitario.

A cambio de estas compensaciones económicas, se elimnarán el sistema de cuotas establecidos por el Tratado de Adhesión para proteger la producción española, de forma que la importación de estos productos queda casi totalmente liberalizada.

El eurodiputado popular, Leopoldo Ortiz, calificó esta propuesta de resolución como "un gran logro que mi partido y yo venimos persiguiendo hace años, ya que supone la entrada de divisas para España en aquellos productos en que es excedentaria".