El eurodiputado español Manuel Escolá Hernando denunció ante el Ejecutivo europeo la intención de Red Eléctrica Española de volver a presentar este proyecto, que ya había sido rechazado a principios de los 90 por la presión de partidos políticos aragoneses y organizaciones ecologistas.

La comisaria de Medio Ambiente, Ritt Bjerregaard, respondió que el proyect reforzaría la capacidad de interconexión en materia de electricidad entre España y Francia. Señaló que dicho proyecto es una prioridad para la construcción de una red de energía transeuropea, pero que a pesar de que ya se ha terminado parte de la línea todavía no se ha empezado el tramo que cruzaría la región pirenaica.

Asimismo, apuntó que la Comisión no puede intervenir en este asunto, ya que la propuesta del Gobierno español no supondría ningún atentado contra las leyes medioambientales comunitaris. Asimismo, aclaró que las autoridades españolas también están considerando otras alternativas, aunque aún no se ha llegado a una decisión final sobre este asunto.