La Comisión ya abrió un primer procedimiento contra la multinacional americana en agosto del pasado año. El que se acaba de notificar hoy confirma y amplía los cargos que la Comisión, por intermedio de Monti, imputa al gigante informático: el abuso de la osición casi monopolística que el sistema operativo Windows le da en el mercado informático (el 90% de los ordenadores usan el citado sistema).

A finales del año en curso, y tras responder por escrito a las alegaciones que hoy le ha notificado la Comisión Europea, en dos meses Microsoft podrá hacer valer sus argumentos en una audiencia pública en Bruselas en la que podrán intervenir, igualmente, sus competidores.

Tras este trámite, la Comisión, a mediados de 2002, habrá de adoptar una decisión fial que, en caso de confirmar los cargos que se imputan a la empresa de Bill Gates, podría acabar en una multa de hasta el 10% de la facturación anual del gigante de Redmon y la imposición de remedios diversos que impidan prácticas contrarias a la libre competencia.

La presente decisión de la Unión Europea (UE) no hace sino complicar aún más la situación procesal de Microsoft, cuyas prácticas supuestamente monopolísticas son igualmente cuestionadas por las autoridades de competencia de los Estados Unids.