Así lo manifestó hoy el presidente de ARDE, Eustaquio Cobreros, quien añadió que la búsqueda de nuevos planteamientos empresariales serán la única posibilidad de salvación del pequeño comercio. En este setido, pidió ayudas públicas con este objetivo, incluso para cambiar de calles los establecimientos que hayan dejado de ser rentables por los nuevos usos residenciales.

En un encuentro con la prensa esta tarde, el director general de Comercio Interior, Javier de Paz, que asistió como invitado de ARDE, aseguró que el Plan de Modernización del Pequeño Comercio planteado por su departamento contempla ayudas específicas para los comerciantes que adopten fórmulas de cooperación empresarial.

De Paz coinidió con ARDE, organización opuesta a la patronal de grandes superficies ANGED o al instituto de estudios Idelco, en su defensa de la Ley de Comercio, que con casi toda probabilidad se aprobará el próximo jueves en el Parlamento.

El director general aseguró que la Ley es "la legislación más liberal de cualquier país europeo en regulación comercial", y añadió que el ejemplo de ARDE, en la que están integrado establecimientos como Mercadona o Cobreros, demuestra que el debate no se plantea entre lo modeno (la libertad absoluta representada por los hipermercados) y lo antiguo (la regulación en defenda de los pequeños y poco eficaces establecimientos).

Por su parte, el presidente de ARDE defendió también los cuatro principales puntos de la Ley: la segunda licencia para los hipermercados, los horarios comerciales, los plazos de pagos, y la prohibición de las ventas a pérdidas.

A su juicio, "los hipermercados no sólo no crean empleo sino provocan paro. Y cambian empleos fijos por empleo eventual". obreros, que posee 11 hipermercados funcionando, explicó que al aumentar la superficie de venta se incrementa la productividad del establecimiento y se puede atender con menos personas.

Coincidió con De Paz en que la Ley vendrá a racionalizar la distribución en España. Explicó que hasta ahora los motivos de instalación de los hipermercados no se ajustaban al urbanismo ni a la necesidad real de la población, dado que "compraban" legalmente a los Ayuntamientos las licencias y advirtió sobre el peligro, ara la industria agroalimentaria española, de que los hipermercados franceses incrementen su cuota por encima del 35% actual.