Así lo asegura el informe "Los ODM acribillados a balazos", publicado hoy por Oxfam Internacional (Intermón Oxfam en España) y que advierte de que la venta irresponsable de armas impedirá que muchos países alcancen los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

Actualmente, según la ONG, muchos países autorizan la venta de armas sin tener en cuenta su potencial impacto en los índices de pobreza. Por otra parte, los gobiernos compradores adquieren armas a un alto precio, con el consiguiente endeudamiento y reducción de la cantidad de dinero disponible para erradicar la pobreza.

Para Oxfam Internacional, la falta de transparencia y responsabilidad en el comercio de armas conlleva "grandes dosis de corrupción y pérdidas económicas, unas partidas de dinero que podrían ser destinadas a mejorar la calidad de vida de las poblaciones".

A juicio de esta organización, el Tratado Internacional sobre Comercio de Armas, que se encuentra en un momento clave en el marco de las negociaciones en Naciones Unidas, "debería incluir criterios suficientemente efectivos para detener aquellas transferencias de armas que pongan en peligro el desarrollo de las comunidades".

Según Consuelo López-Zuriaga, portavoz de Intermón Oxfam, "el dinero que se destina a estas transacciones podría ser destinado a crear hospitales, escuelas e infraestructuras básicas".

Dos tercios de los países que probablemente no alcanzarán los ODM están actualmente en conflicto o salen de él, afirma esta ONG.

Países que no son productores de armas sufren las consecuencias de las transferencias incontroladas y el contrabando de armas. Por ejemplo, en Burundi el flujo de armas ha permanecido activo a lo largo de los años, a pesar de haberse constatado que la guerra civil ha matado a miles de personas y destrozado infraestructuras básicas.