El juicio de hoy debía haber empezado a las diez de la mañana pero se retrasó más de una hora por la incomparecencia de dos procuradores de la acusación particular y de un letrado que tenía otro juicio a la misma hora en otra sala de la Audiencia, lo que provocó los gritos de protesta de los afectados que se encontraban en la sala.

Finalmente, la vista se reanudó en torno a las once y media, tras la llegada de los abogados, a quienes se abrirá expediente disciplinario. La sesión cmenzó con la presentación de las pruebas y la petición de testigos por parte de los abogados defensores.

El abogado del acusado Juan Sancho-Tello, ingeniero de la presa, propuso la prescripción del delito para su defendido, petición que fue desestimada por el tribunal porque debía haberse realizado antes de la celebración del juicio y no se admite en procedimientos de urgencia.

Por otra parte, el ingeniero Salvador Madrigal calificó, en respuesta a las preguntas del fiscal, Enrique Beltrán, de "hcho excepcional la pantanada de Tous de 1982, sin relación directa con la construcción de la presa, sino con una gran avenida del río Júcar".

Fuentes judiciales aseguraron que el proceso iniciado hoy podría durar incluso un año. Más de 30.000 personas esperan se haga justicia después de once años de haber perdido bienes y casas, aunque alrededor de 8.000 se han acogido a las indemnizaciones que ofrece el Gobierno, renunciando a la solución judicial.

El pasado 7 de febrero de este mismo año el Conejo de Ministros aprobó un crédito de 19.000 millones de pesetas destinado a los damnificados por la rotura de la presa que no quisieran esperar la finalización del juicio, y que por tanto renuncian voluntariamente al dinero que les correspondería una vez depuradas las responsabilidades del caso.