Al parecer, otro de los objetivos de este comando era hacer estallar un coche bomba al paso de una furgoneta de la Policía Nacional en el centro de Santander.

La inormación sobre estos dos objetivos estaba muy elaborada, por lo que los investigadores sospechan que los cuatro terroristas que murieron el pasado mes de agosto en el barrio bilbaíno de Bolueta, al estallar el coche cargado de explosivos en el que viajaban, tenían pensado cometer en un breve plazo de tiempo estos atentados.

Entre la documentación que la policía autónoma vasca se incautó en el registro había varios planos y anotaciones en los que se detallaban el método que iban a utilizar para volar e Banco Santander. Asimismo, los miembros del comando habían realizado un dibujo de la sede, que está ubicada en dos edificios unidos po un pasillo elevado, a modo de puente, bajo el cual los terroristas querían colocar el coche bomba.

En cuanto al segundo posible atentado, los terroristas sabían cuál era el recorrido que realizaba el furgón de la policía nacional, dónde efectuaba sus paradas y que solía trasladar entre seis y ocho agentes.