Según se desprende de un informe de la OMS, en Rusia y Albania murieron en 1994 cerca de 30 personas tras contraer la fiebre tifoidea después de consumir agua contaminada. Estas enfermedades se transmiten por las bacterias de los excrementos y son causa habitual de muertes infantiles en el Este de Europa

La Organización Mundial de la Salud también advierte del riesgo de contagio de enfermedades típicas de países tropicales, coo la malaria y la fiebre dengue.

En estos casos, la causa de estos rebrotes podría ser el cambio climático que permite que los mosquitos que transmiten las infecciones sobrevivan en los inviernos más templados de Europa. Casos de malaria se han detectado en Turquía y en el sur de la antigua Unión Soviética.