De esta forma, el gallego se convierte en la primera lengua autonómica que se imparte en el extranjero, ya que no existen ni están previstos este tipo de convenios con las otras comunidades que tienen lengua propa, según el ministro.

La asignatura de Lengua Gallega se impartirá voluntariamente a los alumnos que lo soliciten. Según explicó Juan Piñeiro, bastará la solicitud de un estudiante en un colegio en el extranjero para que el ministerio designe un profesor.

Los docentes que enseñen esta asignatura serán especialistas en Lengua Gallega, seleccionados y propuestos por la Consejería de Educación de la Xunta de Galicia. Su sueldo será superior al que perciben los profesores en España, al recibir un comlemento por residencia en el extranjero.

Las enseñanzas de Lengua Gallega cursadas en estos centros tendrán los mismos efectos académicos que las de los centros docentes de la Comunidad Autónoma de Galicia.

El primer centro donde se enseñará el gallego será el Colegio Español de Portobello en Londres y está previsto abrir otras aulas de gallego en París, según el ministro Javier Solana.

Según fuentes de la Xunta, este proyecto es fruto del interés demostrado por los emigrantes españoles, mayritariamente gallegos, por estudiar otras lenguas oficiales de nuestro país distintas al castellano.