Para evitar este tipo de riesgos, informaron los enfermeros en un encuentro con los medios de comunicación, en algunas comunidades, como Castilla-La Mancha o Madrid, es obligatorio el uso de material punzante con dispositivos de seguridad antipinchazo.

En el encuentro, los enfermeros se refirieron al "Estudio Multicéntrico sobre las Características de las Exposiciones a Riesgo Biológico Hemático de los Profesionales Sanitarios (Epinetac)", realizado por la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene y el Consejo General de Enfermería de España.

Según este trabajo, que analiza la incidencia real de los pinchazos accidentales con material sanitario susceptible de estar contaminado por alguna enfermedad de transmisión sérica, los enfermeros son los profesionales sanitarios que padecen una mayor frecuencia de exposiciones percutáneas.

Entre este grupo de profesionales sanitarios, la tasa de exposiciones por cada 100 trabajadores se incrementó entre 1996 y 2002 en un 58 por ciento. De todo el estudio Epinetac, la enfermería declara el 46,3 por ciento de los accidentes percutáneos.

El informe, realizado entre 1996 y 2002 con resultados de 106 centros, indica también que en España se declaran una media anual de 3.362 accidentes percutáneos que conllevan riesgo de transmisión de infecciones vía hemática.

En una de cada diez exposiciones accidentales declaradas de profesionales sanitarios el paciente padece hepatitis C, en una de cada 20 tiene el VIH y en una de cada 50, hepatitis B.

Cada año se producen una media de 14 pinchazos y cortes accidentales por cada 100 camas, de los que el 46 por ciento los sufren enfermeros.

El encuentro de los enfermeros con los medios de comunicación se ha organizado coincidiendo con la celebración en Barcelona de la jornada sobre "La seguridad frente al contagio sanguíneo en el ámbito sanitario", en la que se debate la situación real de los profesionales sanitarios en cuanto a su exposición a enfermedades de transmisión sanguínea.