Lozano, que padece importantes miusvalías físicas, cogió ayer un avión con destino a la ciudad Condal después de haber sido "el terror" de lo comerciantes del centro de Palma. En los ocho últimos años, ha roto más de 80 cristales sin motivo aparente. Finalmente, y ante la indignación en aumento de los comerciantes, fue desterrado por un juez que aplicó la ley de peligrosidad social.

El comienzo de su destierro no pudo ser peor, al ser rechazada su admisión, que había sido tramitada por una asistenta social de la localidad Sant Pere Rbes, en el Hospital San Camil. A su llegada al centro hospitalario, acompañado por un agente que le custodiaba desde Palma, el director del mismo manifestó no tener constancia de su ingreso. A esta circunstancia se añade que no había ninguna plaza libre en el hospital.

Ante esta negativa, y cumplimentando la orden judicial dada desde Palma, el policía dejó en libertad al "Cojo Manteca" en Sant Pere de Ribes, localidad situada a cuatro kilómetros de Sitges y a 40 de Barcelona. Durante su trayecto haciala ciudad Condal, en avión, José Lozano había manifestado sentirse "muy feliz porque me han dado mucho dinero y voy a un hospital que he elegido".

Junto a la amenaza de "volver a romper cristales porque es la única manera de llamar la atención", el "Cojo Manteca" aseguró también con una sonrisa en el rostro que regresará a Baleares porque no es "un asesino".