La reunión mantenida por ambos dirigentes en la sede del COI tuvo como pilar fundamental los Objetivos de Desarrollo del Milenio, aprobados por la ONU en 2000, y que incluyen un compromiso de los países hasta 2015 en ocho áreas, desde la redución a la mitad de la pobreza extrema hasta el freno del sida y la consecución de la enseñanza primaria universal, según informó hoy en un comunicado el Comité Olímpico Internacional.

Rogge aseguró a Ban Ki-moon que el COI se ha comprometido a utilizar el deporte para ayudar a cumplir los objetivos de las agencias especializadas de la ONU en todo el mundo.

En este sentido, el COI se ha propuesto que el deporte ayude a progresar en cinco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio: erradicar la pobreza extrema y el hambre, promover la igualdad de género; la lucha contra el sida, el paludismo y otras enfermedades, garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y fomentar una asociación mundial para el desarrollo.

No obstante, Rogge señaló que "el COI es consciente de que nunca podremos hacer lo suficiente para el apoyo humanitario y las cuestiones ambientales de hoy porque es una organización deportiva". Añadió que "confiamos en la experiencia y la influencia de la ONU para determinar la mejor forma de ser satisfechos estos objetivos a través del deporte".

Por su parte, Ban Ki-moon se mostró "feliz y satisfecho" por la colaboración entre ambas entidades y en el hecho de que el deporte ayude a "promover la paz, el diálogo y la reconciliación".

"Este año, esperamos un gran éxito en los Juegos Olímpicos de Pekín porque pueden aportar armonía, amistad, diálogo y reconciliación en el mundo", añadió.

El COI trabaja actualmente con una amplia gama de agencias especializadas de Naciones Unidas y organizaciones de todo el mundo en beneficio de los jóvenes.

Por ejemplo, está presente en la misión de la ONU con la Unión Africana para fomentar la ayuda humanitaria en Darfur (Sudán), como ya lo hizo en Liberia y la República Democrática del Congo.

Ban Ki-moon y Rogge ya se reunieron el pasado mes de octubre en la sede de la ONU, en Nueva York (Estados Unidos), cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la resolución de tregua olímpica coincidiendo con los Juegos de Pekín.