"La población de tórtola ha experimentado en los últimos años un drástico retroceso como consecuencia de la deforestación de sus lugares de cría", dice la carta de la Coda al director del Icona, Santiago Marraco, "y, sobre todo, por la tremenda presión cinegética que esta especie sufre prácticamente todo el año, ya que se la caza tanto en sus cuarteles de invierno en Africa como en sus migraciones y áreas de cría".

En España su caza se desarrolla durante el periodo migratorio y parcalmente durante el reproductivo, ya que la llamada "media veda" transcurre durante agosto y septiembre.

La Coda se remite a un informe de Icona de 1989, en el que recomienda una moratoria de cinco años a la caza de esta pequeña paloma migratoria, pese a lo cual "no se ha tomado todavía ninguna medida de protección".

En el valle de Souss, en Marruecos, se ha llegado a cazar en un sólo día del orden de 150 a 200 aves por escopeta. Este es uno de los lugares del norte de Africa al que acuden un grannúmero de cazadores, no sólo marroquíes, sino sobre todo europeos, afirman los ecologistas.

La Coda añade que los cazadores europeos "suelen desplazarse desde sus países de origen (Italia, Alemania, España, etc.), en grandes viajes organizados, especialmente para participar en estas cacerías y cuentan incluso con hoteles de cuatro o cinco estrellas especializados en turismo cinegético".