Según la Coda, pese a que desde hace varios años los cepos y lazos están prohibidos tanto a nivel estatal como internacional, su utilización sigue siendo muy frencuente e todas las comunidades autónomas.

Los ecologistas mantienen que las administraciones autonómicas autorizan, "bajo falsos argumentos de excepcionalidad", el uso de cepos y lazos para el control de depredadores en la práctica totalidad de los cotos que los solicitan, "sin la realización de los necesarios estudios con los que se comprueben las supuestas excesivas poblaciones de depredadores y especialmente los daños causados".

Además, estos métodos también son utilizados de forma ilegal por algunos azadores furtivos y, según la coordinadora ecologista, "en algunos casos por la propia guardería de los cotos".

La Coda asegura que los métodos de caza no selectivos tienen consecuencias dramáticas sobre la fauna, ya que provocan la muerte masiva de animales y en algunos casos causa la extinción local de especies.

Los datos recopilados por las organizaciones ecologistas indican que la utilización de cepos y lazos es la principal causa de mortalidad para un amplio número de especies, como el linceibérico, el gato montés, el tejón, la garduña, el turón, la comadreja y la gineta.

Especialmente grave es el caso del lince ibérico, mamífero en grave peligro de extinción. Los lazos y cepos son responsables de más del 55 por ciento de las muertes conocidas de linces, mientras que las armas de fuego causan el 25 por ciento de la mortalidad total.

Ante esta situación, la Coda ha pedido al Icona que evite la autorización del uso de métodos de caza no selectivos en los cotos de caza y que se retire a matrícula del coto a aquellos que los utilicen.

Asimismo, ha exigido a las autoridades competentes que intensifiquen la vigilancia para evitar el furtivismo y que actúen contra los establecimientos que comercializan métodos no selectivos.