La onda expansiva dañó los forjados de la primera y la segunda planta y dos de los pilares, por lo que la estructura del edificio ha quedado afectada.

Los Servicios de Limpieza del Ayuntamiento de Madrid, integrados por 50 personas y 15 vehículos retiraron 15.000 kilo de escombro del aparcamiento P-2, donde tuvo lugar la deflagración. Previamente, el equipo de bomberos, formado por 50 operarios, procedió a la extinción del fuego del coche-bomba, así como del resto de vehículos afectados.

Por su parte, la Policía Municipal desplegó un total de 34 agentes y 14 vehículos, además de los efectivos movilizados para ordenar el tráfico.

A la zona se desplazó el alcalde en funciones, Adriano García Loygorri, quien condenó el atentado y destacó tanto la "rápida" intervnción como la coordinacióny trabajo realizado por los servicios municipales y las fuerzas de seguridad del Estado. Junto a él, acudieron al aeropuerto el concejal de Limpieza, Alberto López Viejo y la concejala en funciones de Barajas, Eva Durán.