Esta reducción sería fruto de la presión de Coca-Cola de España a los concesionarios para que se fusionen. UGT aseguró que en 1993, año de crisis con un descenso generalizado de las ventas, los 18 centros obtuvieron beneficios, por lo que rechaza esta fusión.

Coca-Cola de España se dedica a la importación del jarabe con que se fabrican los refrescos que comercializa. Una vez recibido este jarabe, lo vende a una serie de concesionarios en exclusiva (empresarios nacionales, generalmente) que sonlos que producen las diversas marcas del grupo.

Según el sindicato, "las negociaciones sobre las fusiones están prácticamente concluidas y sólo faltaría ponerlas en práctica, hecho este que tendría lugar a partir del año 1995".

UGT recordó que, ya en 1993, los concesionarios de Coca-Cola iniciaron una reestructuración de sus organizaciones comerciales, que tuvo como consecuencia el cierre de varias delegaciones y la pérdida de 250 puestos de trabajo fijo y otros 200 de temporada.

"Desde la cordinadora estatal de UGT en Coca-Cola, manifestamos nuestra inquietud y más profundo rechazo a los negativos efectos que sobre el empleo podría tener una eventual reorganización de las empresas de Coca-Cola en España, basado en la reordenación de la producción y concentración de la misma", afirmó el sindicato en un comunicado.