La iniciativa le ha valido a la compañía de refrescos un premio de liderazgo de Southeast Diesel Collaborative, institución que colabora con la Agencia para la Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos en la reducción de las emisiones contaminantes de los motores diésel.

La política de responsabilidad social corporativa y sostenibilidad de Coca-Cola se concentra en cinco áreas, tres de las cuales están relacionadas con el medio ambiente: ahorro de energía y lucha contra el cambio climático; administración del agua y envasado ecológico y reciclaje.

Para ello, la empresa ha creado la filial Coca-Cola Recycling, que desarrolla soluciones de reciclaje y se encarga de la instalación de tecnologías para el ahorro de agua y la reducción del consumo de electricidad en sus instalaciones y en las comunidades en las que opera.

Esta política ha granjeado a la compañía otro galardón la semana pasada, en reconocimiento a su compromiso con el ahorro de energía y la lucha contra el cambio climático en California.

Se trata del Premio de Gestión Medioambiental que concede la firma Orion Energy Systems, especializada en sistemas de iluminación con bajo consumo de electricidad, a empresas que implantan sus tecnologías para reducir el gasto de dicha energía.