La empresa señaló que "los rigurosos controles de calidad de las plantas de embotellado hacen imposible que se produzca una situación de este tipo. Las plantas de embotellado disponen de controles de inspección muy estrictos que al detectar cualquier objeto extraño en un envase, lo rechazan automaticamente".

Coca-Cola apuntó que su respuesta ante estas situaciones "es poner el caso en manos e las autoridades, debido a que en ocasiones se producen intentos de presión por parte de personas con afán de conseguir notoriedad o beneficios económicos".

La empresa "desea reiterar su compromiso con la calidad y el servicio a los consumidores, objetivos primordiales por los que siempre se ha distinguido".