El pasado 28 de febrero, la CNE denegó la petición de Iberdrola de que se restringieran al 3% los derechos políticos de ACS y se impidiera a la constructora de Florentino Pérez seguir comprando acciones.

La petición de Iberdrola se basa en que la nueva posición de ACS en Unión Fenosa, donde ha consolidado sus cuentas (su participación es del 45%), cambia la situación de esta compañía en Iberdrola, competidora de la energética gallega.

El propio presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha dicho abiertamente que ACS es, más que un socio (tiene un 12% de sus acciones), un competidor, ya que en caso de que lanzara con éxito una opa junto con la francesa EDF, la constructora podría llegar a trocear Iberdrola para integrar una parte en Unión Fenosa.

De hecho, la petición de Iberdrola a la CNE se produjo tras la confirmación de que ha habido conversaciones entre la francesa EDF y ACS para lanzar una opa sobre la eléctrica.