En rueda de prensa, Rodríguez explicó que la CMT ha variado su propuesta inicial en línea con las peticiones de la Comisión Europea para eliminar la creación de dos regulaciones distintas, una para las zonas de España en las que Telefónica afronta mayor competencia y otra para aquellas regiones en las que tiene una cuota de mercado muy elevada.

En la regulación definitiva desaparece esta distinción regional, por lo que la obligación de ofrecer un servicio mayorista de banda ancha, tanto a través de las líneas de cobre como las de fibra óptica, se aplicará en todo el territorio nacional.

El límite se ha establecido en los 30 megas ya que, según explicó Rodríguez, la Comisión considera que una cifra superior podría desincentivar la inversión en nuevas infraestructuras.

Además, según las previsiones de la CMT, dentro de dos años, momento en el que se volverá a revisar este marco regulatorio, la mayor parte de las conexiones por banda ancha en España serán de entre 18 y 22 megas, por lo que todavía se encontrarán bajo el paraguas de los 30 megas.

En cuanto a la eliminación de las diferenciación geográfica, la razón es que, aunque en algunas zonas la presión competitiva que afronta Telefónica es mayor, "su cuota de mercado se mantiene estable en toda España".

Rodríguez admitió que esta nueva regulación ha recibido críticas tanto desde Telefónica como desde los competidores, unos por considerar el límite de 30 megas demasiado bajo, y la compañía de César Alierta por creer que es elevado.

Sin embargo, el presidente de la Comisión reiteró que la obligación de la CMT es "provocar unas condiciones que permitan la competencia", y no se le puede pedir que "arregle las cuentas de negocio de las operadoras". "Al árbitro no se le puede pedir que meta goles", afirmó.