Lince culpa a Terra de realizar prácticas contrarias a la libre competencia. Sustenta su acusación en que la compañía de Telefónica empezó a aplicar la tarifa plana antes de que lo aprobara el Gobierno, lo que ha provocado "graves defectos anticompetitivos en el mercado, por cuanto los vigentes precios de interconexón a la red propiedad de Telefónica suponen un estrangulamiento de los márgenes que deberían existir entre tales precios y el de 2.750 pesetas correspondiente a la tarifa plana cobrada al usuario".

Hasta que se sustancie el expediente, a la vista del carácter de urgencia y para asegurar la eficacia de la resolución que finalmente acuerde, la CMT obliga a Telefónica a no imponer a los operadores unos precios de interconexión superiores a las 2.750 pesetas.

En un comunicado, la Comisión del Mercadode las Telecomunicaciones afirma que con esta medida cautelar permitirá que los competidores de Terra puedan replicar la oferta de ésta en las mismas condiciones.