Clos recalcó que "estamos ante una operación que se realiza en el mercado liberalizado entre empresas privadas. Se podría haber optado hace unos años por quedarnos, como han hecho Italia, Portugal o Francia, con un sector público de la energía. Decidieron en su día no hacerlo, pues ahora tenemos que lidiar con este toro y miraremos de lidiarlo lo mejor posible".

En consecuencia, el Gobierno tiene la responsabilidad de garantizar el suministro y la calidad del servicio, así como de evitar que "los excesos de las expectativas bursátiles" en las eléctricas tengan repercusiones en la tarifa, si bien Clos recordó que la tarifa no sube o baja por el dividendo que dan las empresas, sino por el precio del petróleo.

No obstante, el ministro de Industria reconoció que "estoy totalmente de acuerdo en que sería bueno que las políticas de dividendo se fuesen normalizando, se serenase un poco el sector y entrásemos en una fase donde todo el mundo pudiese tomar sus decisiones con un margen más largo de tiempo".