"No puede dejarse de lado que el embrión humano es una entidad biológica que está destinada a ser un hombre, no a ser materia de laboratorio", declaró Herranz a Servimedia.

A su juicio, con la promesa de que estas investigaciones se hacen sólo con fines terapéuticos, "se trata de ofuscar la conciencia pública. De hecho, hay muchos países, incluido España, en los que la clonación de tipo terapéutico es incompatibl con la legalidad, porque es crear un embrión para fines experimentales".

"Aparte de este problema ético de base, ya que el embrión es un ser humano que debe ser respetado y no consumido en experimentos, a mí me parece que la clonación es una falta muy seria contra la justicia social, ya que muchas mujeres pobres venderán sus ovocitos a los ricos, para tratar a una sóla persona", añadió.

Gonzalo Herranz, que también es vicepresidente de la Comisión de Ética y Deontología Médica del Comité Permanete de Médicos Europeos, se opuso rotundamente a estos experimentos "tanto por la falta de respeto a una vida humana que se crea de un modo tan extraño y original, pero que es una vida humana con el derecho a vivir, como por el hecho de esta fractura de la justicia, donde sólo los muy ricos podrán acceder a esto".