Auger obtuvo 17 votos frente a los 3 que consiguió el tro candidato, Ramón Trillo, magistrado de la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Supremo.

Según informaron fuentes del Consejo, los tres vocales que votaron a favor de Trillo fueron Julio Padilla, Margarita Mariscal y Andrés de la Oliva, todos ellos consejeros nombrados a propuesta del PP.

Esta circunstancia resulta soprendente si se tiene en cuenta que Mariscal y de la Oliva forman parte de la comisión de calificación del CGPJ, que la semana pasada propuso por unanimidad a Clemene Auger para el cargo.

Auger ha visto así reducido el apoyo incondicional que, pese a ser un hombre de izquierdas, siempre ha recibido del PP, que le incluyó en su lista de candidatos a la renovación del Constitucional.

De hecho, según las mismas fuentes, las previsiones apuntaban a que, de obtener algún voto en contra éste procedería de un pequeño sector del PSOE que recela de Auger por su excesiva independencia.

El nuevo presidente recibió con estoicismo la noticia de su nombramiento manifstando que esta en su profesión y que el nuevo cargo "no es nada más que un cambio de destino".

No obstante mostró su satisfacción por que la elección se hubiera producido por mayoría porque "da más legitimación al cargo y, cuanto más legitimación, mejor".

Auger se incorporará a su destino en cuanto su nombramiento sea publicado en el BOE y el principal problema que deberá resolver será el plante de los abogados de los presos etarras, debido a las trabas que dicen tener para contactar con sus defndidos en las cárceles.

Fundador de Justicia Democrática, movimiento clandestino de oposición al franquismo al que también pertenecieron entre otros el ex ministro de Justicia, Fernando Ledesma, y el presidente del CGPJ, Pascual Sala, Auger es miembro en la actualidad de la asociación progresista Jueces para la Democracia.

El nuevo presidente de la Audiencia Nacional ingresó en la carrera judicial en 1959, ascendiendo a magistrado en 1973. Ha ejercido en juzgados de Palma de Mallorca, Guadalajaray Madrid hasta que en 1984 fue nombrado letrado del ministerio de Justicia, puesto en el que permaneció durante dos años.

En 1986 se reintegró a la carrera judicial cuando el segundo Consejo General del Poder Judicial le eligió presidente de la Audiencia Territorial de Madrid, cargo en el que fue ratificado en 1989 cuando desaparecieron las audiencias territoriales y fueron constituidas en su lugar los tribunales superiores de Justicia.

OTROS NOMBRAMIENTOS

Por otra parte, el pleno del CGPJ nombó a Manuel Torres Vela como nuevo presidente de la Audiencia de Málaga y a Juan Antonio Linares, que fue vocal de este organismo, nuevo magistrado de la sala de lo Social del Tribunal Supremo.

Asimismo, el puesto de presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-León quedó desierto después de que ninguno de los tres candidatos propuestos por la comisión de calificación obtuviera los 11 votos, mínimo exigido para proceder al nombramiento.

Los magistrados que se disputaban la vacante dejaa por Antonio Naval eran Rubén de Marina, presidente de la Audiencia de Valladolid; Fernando Nieto, presidente de la Audiencia de Salamanca y Javier Sánchez Pego, presidente de la Sala de lo Social del TSJ de Cantabria.

A la vista del resultado, el pleno decidió remitir la terna a la comisión de calificación formule una nueva en la que puede ir incluída alguno de los candidatos ya propuestos, pero en ningún caso los tres.