El acto central de la jornada fue una misa en la que concelebraron los cardenales eméritos Marcelo González y Angel Suquía, acompañados por el obispo de Astorga, Camilo Lorenzo; el presidente de Mensajeros de la Paz, Angel García, y otros diez sacerdotes jubiados, cuatro de ellos en silla de ruedas.

En la homilía, el cardenal Marcelo González, que antes de su jubilación ejerció como cardenal primado de España, resaltó "la dedicación generosa de los mayores que han dado su vida al servicio de los demás y especialmente la de los que lo han hecho desde labores pastorales".

Al finalizar la misa, el padre Angel García, presidente de Mensajeros de la Paz, entregó la Paloma de la Paz a los cardenales eméritos como agradecimiento al apoyo prestado a la asocición y como reconocimiento a su trayectoria personal y pastoral.

Posteriormente, los cardenales y obispos realizaron una visita a la sede del Teléfono Dorado de La Bañeza, un servicio gratuito de atención y compañía telefónica a personas mayores promovido por Mensajeros de la Paz, donde como otros voluntarios atendieron las llamadas de los mayores y escuchado sus problemas y necesidades. Finalmente, participaron en un almuerzo con el obispo de León, Antonio Vilaplana.

Con este primer encuentro decardenales eméritos y sacerdotes jubilados, Mensajeros de la Paz ha querido recordar la labor realizada por estas personas durante toda su vida, con su entrega a los demás.