En declaraciones a Servimedia, Tecglen señaló que “ésta es la única manera” de garantizar un acceso universal e igualitario a servicios que para muchas personas con discapacidad y pacientes crónicos “son fundamentales”, como la fisioterapia, la logopedia, la psicología o la atención temprana.

No obstante, quiso alabar el trabajo que los profesionales de la sanidad pública realizan día a día y la calidad del servicio que ofrecen. “Hacen un trabajo magnífico”, pero hay “un déficit" en este tipo de servicios “por falta de recursos”, que además ha empeorado tras la pandemia.

FALTAN MEDIOS

Y Tecglen, que nació hace 35 años con parálisis cerebral (una de sus consecuencias físicas es la espasticidad), sabe a la perfección la importancia de acceder “cuanto antes a estos tratamientos”.

“Si mis padres no hubiesen tenido medios para ir por lo privado, yo no sería como soy ahora”, reflexiona. Ni tendría la movilidad que con tanto esfuerzo ha conseguido, ni posiblemente su formación actual. En consecuencia, tampoco disfrutaría del trabajo que tanto le llena, ni de sus amistades, ni de sus relaciones sociales ni, quizás, de su actual autoestima.

En primer lugar, “disponer de un diagnóstico precoz es la clave de bóveda para empezar con los tratamientos cuanto antes o terapias” que en cada caso procedan, explica Claudia Tecglen.

Detalló que en algunas comunidades autónomas, los programas de atención temprana se ofrecen hasta los seis años, pero no en todas.

Además, las listas de espera y la tardanza en recibir un diagnóstico hacen que muchos niños empiecen tarde, “en una etapa donde se ha demostrado que las intervenciones tienen mucha más efectividad”.

Con todo, “muchas personas con discapacidad o con enfermedades crónicas precisan terapias a lo largo de su vida o durante largos períodos de tiempo”, prosiguió, y “el sistema público no las proporciona”.

Por ello, Tecglen reclamó un acceso universal y equitativo a estos servicios para todas las personas que lo necesiten, con independencia de su edad “y del código postal en que vivan”.

Según afirmó, la pandemia de la covid-19 “tuvo un impacto tremendo en el sector”, ya que muchas de estas terapias, y también intervenciones y tratamientos, se pospusieron, ralentizaron o suspendieron. "Poco a poco se vuelve a la normalidad, pero según me cuentan las familias, está costando mucho”, precisó.

La razón, a su juicio, es que el sistema sociosanitario público está agotado tras dos años de pandemia y precisa mas recursos con urgencia. “Yo creo que tenemos una sanidad pública excepcional, y sus profesionales así lo han demostrado y demuestran día a día”, declaró.

Ahora bien, la oferta de estos servicios “de tipo sociosanitario y de larga duración es muy limitada e insuficiente”, cuando “para nosotros resultan indispensables”, según alertó, y agregó que “no todo el mundo puede ni mucho menos asumirlos”. Esta ganadora del Princesa de Girona Social de este año demandó más medios para un sistema que ha demostrado que “se los merece”.

FLEXIBILIDAD

Por otro lado, Tecglen exigió más recursos para garantizar una “educación inclusiva de calidad, que no deje a nadie atrás”. Ello pasa “por una reforma integral del sistema”, propuso, donde “el alumno sea el centro” y se le garanticen todos los apoyos y los medios que precise para potenciar al máximo sus capacidades y talentos, "que todos tenemos”.

Para esta psicóloga, “una de las lecciones que nos ha enseñado la pandemia es la flexibilidad”, y puso el ejemplo del teletrabajo. “Es quizás de las pocas cosas buenas que trajo la covid”, consideró.

Destacó que muchas personas con discapacidad han encontrado en el trabajo a distancia “una vía muy destacada de inclusión laboral”, que al final es sinónimo de inclusión social. “Pues bien, debemos ser flexibles y atender a las necesidades de la persona, y no obligar ahora a todo el mundo a volver de forma presencial”, y otro tanto pasa con la educación, según apuntó. Lo importante es “asegurar los apoyos para que ésta sea realmente inclusiva”, también en lo que atañe a las actividades lúdicas y de ocio, defendió.

Algunos alumnos necesitan que las tecnologías de la Información y la comunicación que se utilizan en clase sean accesibles, otros precisan materiales adaptados o sistemas de escritura alternativos, hay quienes requieren refuerzos educativos, otros necesitan monitores que los acompañen…

De ahí que “recuperar la presencialidad será lo ideal para la gran mayoría pero, insisto, algunos estudiantes encontrarán que la formación a distancia es el mejor camino para su educación, si no el único”. “Se trata en suma de que el sistema se adapte a la persona, y no al revés”, resumió.

VISIBILIDAD Y EJEMPLO

Claudia Tecglen es, además de psicóloga, consultora experta en comunicación de entidades sin ánimo de lucro y conferenciante, y preside la asociación Convives con Espasticidad.

Esta entidad ofrece información y un primer acompañamiento a las personas con discapacidad y a sus familias, “porque no hay personas con discapacidad, hay familias con discapacidad”.

“Tenemos una escuela online de primer afrontamiento para adultos a partir de los 16 años”, explicó Tecglen, que precisó que cuenta con muchos materiales accesibles (en lectura fácil, con subtítulos, en lengua de signos, etc.), enfocados en que los usuarios se fijen en sus puntos fuertes y en lo que sí pueden hacer.

Por supuesto, “esto para nada sustituye a las terapias convencionales”, aclaró y señaló que, a título particular, acompaña a personas con discapacidad y a sus familias para “superar los obstáculos y crecer ante las adversidades”, con un método propio que combina la psicología cognitivo conductual, técnicas de coaching, mentoría y la propia experiencia.

“Como yo también tengo discapacidad, les es más fácil identificarse conmigo y confiar”, y es que a su juicio, uno de los problemas alrededor de la discapacidad tiene que ver con la falta de referentes.

Por eso, confió en que el premio, que en parte dedicará a ayudar a las personas ucranianas con discapacidad y a sus familias, sirva para dar visibilidad a este mundo y para romper estereotipos.

”Espero que ayude a tomar conciencia de que casi un 10% de la población tenemos discapacidad”, y también de que "podemos conseguir nuestras metas en la vida”, a lo mejor “por caminos distintos, pero llegamos al mismo lugar", resaltó.

Este es el mayor deseo de Claudia Tecglen: que este galardón pueda traer “un poquito de esperanza” frente a la desinformación y al miedo. “Porque, si como dice el jurado, mi humilde persona es un ejemplo, los ejemplos son imitables y, desde luego, se pueden superar”, destacó. “Como Las nuevas generaciones vienen pisando fuerte”, está segura de que así lo harán.