Jaleado por simpatizantes y militantes entusiastas que coreaban eslóganes como "libertad, libertad" y el futbolístico "a por ellos, oe", Rivera, que alternó el castellano y el catalán en un discurso pronunciado en un hotel de la Ciudad Condal, dijo que tiene el sueño de "una Cataluña donde los parlamentarios puedan hablar en la lengua que les apetezca".

Agregó que Ciutadans también sueña con una Cataluña en la que, cuando se hable del 3%, no se piense en comisiones ilegales cobradas por partidos políticos, sino en el porcentaje de votos que ha llevado a esta nueva formación política al Parlamento autonómico.

A su juicio, la Cataluña del futuro debe promover una cultura de calidad, independientemente de la lengua en que se vehicule, y debe preocuparse de gastar en vivienda y otras necesidades sociales, en lugar de obsesionarse con el asunto de las selecciones deportivas.

Rivera resumió el ideario de su formación diciendo que aspiran a una Cataluña "en donde no importe la lengua que hablas, la clase social a la que pertenezcas, donde solo importen las personas".