En general, el estado de las instalaciones deportivas públicas fue satisfactorio, ya que contaban con botiquín e incluso con una dependencia sanitaria bien equipada en la mayoría de los casos.

Los minusválidos disfrutan de accesos para sillas de ruedas en la mayoría de los 52 polideportivos visitados, pero en uno de cada cuatro faltan rampas de acceso a las diversas áreas del spacio deportivo o son menos de las necesarias. Excepto en San Sebastián y Murcia, en todas las capitales algún centro deportivo carecía de aseos adaptados para discapacitados.

Según el estudio, hay una piscina de titularidad pública por cada 24.000 habitantes, un gimnasio por cada 15.000, una cancha polivalente ('futbito', baloncesto) por cada 7.600 habitantes, una pista de tenis por cada 22.600 habitantes y un frontón por cada 34.000.

Logroño es la ciudad mejor equipada de las 12 estudiadas, mintras que Alicante es la peor. La capital riojana cuenta con gimnasios y salas de musculación en una proporción superior en once veces a la de Alicante. Asimismo, tiene más canchas polideportivas que Valencia y un 50 por ciento más de frontones que Bilbao.

Por orden de mejor a peor, le siguen Burgos, Vitoria, San Sebastián, Bilbao, Pamplona, Barcelona, Castellón, Murcia, Santander, Valencia y Alicante.