No obstante, la puntuación otorgada, resultado de una encuesta a 664 personas, supera en tres décimas la del ejercicio 2005, cuando la nota a la RSC de las compañías españolas fue un 4.

Las áreas peor valoradas en la gestión de las empresas son la dimensión medio ambiental y la acción social, con 2,8 puntos. Tan sólo consiguen llegar al aprobado las dimensiones de gestión de clientes y derechos humanos, con puntuaciones medias de 5,33 y 5,21, respectivamente.

Otras de las conclusiones del informe es que los ciudadanos han percibido un aumento de la cantidad de información sobre RSC recibida de las empresas, consecuencia de un mayor esfuerzo de comunicar a la opinión pública la gestión del desempeño social y medio ambiental.

Para los españoles, las ONG siguen siendo las fuentes más fiables de información, seguidas de los medios de comunicación.

Asimismo, se mantiene la posición de los ciudadanos de preferencia por una mayor intervención gubernamental en el fomento de la RSC. Las políticas propuestas (ley de transparencia y el uso de cláusulas sociales en las compras públicas) son muy bien valoradas por los encuestados.

En relación a la ley que se debería aplicar a la empresa española en los países en vías de desarrollo, un alto porcentaje se decanta por la legislación internacional.