Sólo el 25,7 por ciento cree que España influye mucho (1,8%) o bastante (23,9%) en las decisiones que se toman en la UE, mientras que el 62,1% cree que influye poco (51,1%) o nada (11%).

El 29,9 por ciento de los ciudadanos dice que el PSOE es el partido que mejor representa sus ideas sobre Europa, y el 19,5 por ciento señala al PP.

En conjunto, el 33 por ciento cree que el Gobierno defiende bien (30,4%) o muy bien (2,6%) los intereses de España, el 19,7 por ciento cree que lo hace mal (14,2%) o muy mal (5,5%), y el 37,6 por ciento opina que lo hace regular.

En una escala del uno al diez sobre la confianza que inspiran, los ciudadanos puntúan con un 5,4 al Gobierno y al Parlamento, con un 5,3 al Tribunal Constitucional, y con un 4.9 al CGPJ. En general, se muestran satisfechos con el funcionamiento de la democracia en España y en la UE.

El 70,4% tiene una actitud muy (12,3%), bastante (33,8%) o algo (24,3%) a favor de la UE, y sólo el 6,9 se declara contrario. El 20,3 por ciento se sitúa en medio, con una actitud indiferente.

La confianza que tienen los ciudadanos en las instituciones europeas es más bien moderada, rozando el aprobado. Así, puntúan con 5,6 puntos sobre diez al Parlamento, un 5,5 a la Comisión Europea y un 5,4 al Consejo de Ministros de la UE.

AMPLIACIÓN Y CONSTITUCIÓN

Ante la ampliación, el 53,9 por ciento se declara favorable, el 23,4 por ciento indifernete, y el 13,9 está abiertamente en contra.

De los contrarios, el 36,5 por ciento argumenta que España perderá ayuda financiera, el 17,3 que se perderán empleos para los españoles, y el 11,4 dice que se trata de países culturalmente lejanos a España. El 10,2 por ciento apunta que la UE debe profundizar en su unificación antes de ampliarse.

El 45,9% dice que respaldó la Contitución en el referendum, y sólo el 6,8% reconoce haber votado en contra. La mayoría cree que ese texto supone un avance en la integración europea, pero se muestran más escépticos a la hora de valorar si garantiza la paz o refuerza la democracia. También se muestran divididos a la hora de determinar si se reconoce la identidad de los pueblos o supone una pérdida de peso para España.

Ante el rechazo en algunos países, el 29% cree que debería modificarse la Constitución, el 18,6% apunta a que se repita en referendum, y el 11,7% cree que se debería aplicar sólo donde ha sido aprobado. Unicamente el 4,8% aboga por abandonar el Tratado.

El 69,6% de los ciudadanos reclama una política europea de inmigración, el60,5% una política exterior común, el 49,2% que todos los europeos paguen los mismos impuestos, el 48% la creación de un ejército europeo, y el 45% la constitución de un gobierno comunitario.

Además, el 73,4% se muestra de acuerdo en financiar un estado del bienestar europeo, y el 60,3% respalda que los ciudadanos de la UE puedan venir a trabajar a España sin restricciones.

Se muestran más divididos ante la posibilidad de que los fondos se dediquen a los países que más los necesiten aunque España deje de percibirlos, que las empresas puedan trasladar sus fábricas desde España a otros países socios, o incrementar el gasto de Defensa para que Europa tenga mayor peso internacional.

En términos generales, el 54% reconoce que los asuntos relacionados con la UE le interesan poco o muy poco, y el 44,7% asegura que le interesan mucho o bastante. En relación con ello, el 69,4% se declara poco o nada informado, y el 29,8% bastante o muy informado.

MÁS UNIDOS A LA CIUDAD

El sondeo refleja que los ciudadanos se sienten unidos, sobre todo, a la ciudad o al pueblo en el que viven, después a España, a la comunidad autónoma, al mundo en general y, en último término, a la Unión Europea.

El 52,4% se siente sobre todo ciudadano español, el 31,8% español y europeo al mismo tiempo, y el 5,7% se siente sobre todo europeo.

El valor más compartido con los europeos es el respeto a la democracia, seguido de la moneda única y la mayor igualdad entre hombres y mujeres, instituciones políticas similares, civilización común, y en menor término los sistemas de proteción social y la tradicion religiosa.

Los ciudadanos creen mayoritariamente que la pertenencia a la UE ha beneficiado a España y a las comunidades autónomas, sobre todo en infraestructuras, introducción de nuevas tecnologías, cultura y desarrollo de las regiones menos favorecidas.

Los beneficios se notan también, aunque menos, en las oportunidades para encontrar trabajo, y se ven claros perjuicios en los precios y en los salarios.

En conjunto, se ven beneficios en modernización, en el funcionamiento de la democracia y en el papel de España en el mundo. Pese a todo, el 40,1% asegura que si se disolviera la UE se quedaría indiferente. Al 50,1% le disgustaría, y el 5,8 se alegraría.

Este sondeo se realizó a partir de 2.473 entrevistas en 230 municipios de 48 provincias, formuladas entre los días 6 y 14 del pasado mes de mayo.