Así lo indicó Bal en rueda de prensa en el Congreso, donde dijo que el presidente de Castilla y León y candidato del PP a la reelección, Alfonso Fernández Mañueco, es el “principal aliado de Vox”, ya que “rompió” un Gobierno que “funcionaba bien” anticipando unas elecciones “al servicio de su señorito, Casado y le salió rana” y ahora “tiene que depender del Gobierno con Vox”.

A su juicio, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está “encantado” con la subida de Vox, que pasó de 1 procurador a 13, porque de esa forma conseguirá “movilizar” a su electorado de izquierdas que no está “nada satisfecho con su política de acercamiento a Bildu y ERC, pero que le tiene mucho miedo a Vox”.

Además, también acusó a los populares porque con su “negligencia”, con ese “errar el tiro” y dirigirse a “acabar con Ciudadanos” en las elecciones de Castilla y León lo que está haciendo es “perder precisamente apoyo” como “han demostrado” estos comicios “en beneficio” del partido de Santiago Abascal.

A su vez, criticó que tras las elecciones hay un escenario “patético”, ya que, a su juicio, Mañueco se presentó “contra Sánchez”, aunque este “no se presentaba a las elecciones”, y ahora “anda rogándole” al PSOE que se abstenga en la investidura para que Vox no entre en el Gobierno de Castilla y León. Según Bal, esto demuestra la “incapacidad absoluta de conseguir acuerdos”.

“Vaya cambio de cara de Igea a García-Gallardo”, apuntó Bal en relación con las declaraciones que hizo el líder de Vox, Santiago Abascal, al conocerse los resultados de las elecciones en Castilla y León en las que afirmó al candidato de su partido, Juan García-Gallardo, se le estaba “poniendo cara de vicepresidente” de esta comunidad.

Asimismo, afirmó que los votos que Ciudadanos ha perdido -pasó de 12 escaños a 1- “se han ido a Ciudadanos”, ya que si se tienen en cuenta los datos de las elecciones del 10 de noviembre de 2019 en Castilla y León su partido “prácticamente” tuvo “el mismo nivel de voto” en los comicios del pasado domingo.