"Ciudadano" ha constatado también que algunas guías son traducciones de libros extranjeros que realizan retrtos un tanto fáciles, con frases como "España podría estar caracterizada por una chica joven en vaqueros caminando por las calles del pueblo del brazo de su abuela vestida de negro".

La revista advierte sobre todo de la lentitud con que se actualizan los datos, ya que "cinco años de vida es mucho tiempo para una guía de viajes¨, puesto que se trata de libros que "deben recoger periódicamente todos los cambios que sucedan en la ciudad y los que precios y direcciones deben estar convenientemente actualiados".

"Esto es justamente lo que no ha ocurrido, por ejemplo, con las guías de Barcelona, que datan de 1992, por lo que, aunque incluyen las modificaciones urbanísticas que sufrió la ciudad con los Juegos Olímpicos, no hacen lo mismo con los restaurantes y bares que se han instalado allí y que ahora son muy frecuentados por los barceloneses. Además, alguna de ellas incluye información sobre las visitas al Teatro del Liceo, sin mencionar que está quemado".