Tanto Pujol como José María Pelegrí, portavoz adjunto del grupo catalán, ofrecieron una rueda de prensa en la que advertieron de que el tripartito puede utilizar la crisis económica como "excusa" ante una falta de acuerdo en el nuevo sistema de financiación.

Estas "sospechas" radicarían "en la actitud que el Gobierno de la Generalitat ha mostrado últimamente, rehuyendo la petición de CiU de llevar a término un debate parlamentario sobre la crisis económica que sufre Cataluña y sobre las medidas que se podrían aplicar y eludiendo también concretar una propuesta catalana de financiación".

En este sentido, el portavoz parlamentario "aportó como prueba la carta que el consejero Joan Saura envió al grupo parlamentario y en la cual afirma que el Gobierno no considera oportuno un debate exclusivo sobre crisis económica y se emplaza a realizar este debate en el marco del Debate de Política General".