El programa beneficiará a alrededor de 91.000 parados de larga duración con cargas familiares y en situación de ecesidad, que cobrarán una renta activa de inserción de 53.010 pesetas mensuales durante un periodo de hasta diez meses.

Sin embargo, Silva advirtió al Gobierno de que el programa debe desarrollarse respetando las competencias de las comunidades autónomas y se mostró partidario de no limitar el pago de esta renta a un periodo de diez meses.

El dirigente de CiU reclamó que los beneficiados reciban la paga con carácter indefinido mientras no logren acceder a un puesto de trabajo.

Las personas ue accedan a estas ayudas deben manifestar expresamente su disponibilidad para la reinserción laboral, suscribiendo antes un compromiso de actividad con la Administración, y serán los Servicios Públicos de Empleo los competentes para desarrollar el programa, que se inicia con la asignación de un tutor de empleo que prestará atención individualizada al parado.