En su intervención para defender el respaldo de CiU a la toma en consideración de la propuesta, Xuclà opinó que "la vocación de autogobierno de Cataluña ha venido a catalizar otras no tan claramente preconfiguradas en el momento de la redacción de la Constitución".

Advirtió de que "profundizar en el autogobierno no tiene por qué significar una obcecada voluntad de igualación de competencias", por lo que animó a que "cada cual exprese su horizonte de poder político dentro del amplio margen de interpretación que nos proporciona la Constitución".

Aclaró que "estamos ante una propuesta de reforma estatutaria que nade del Parlamento valenciano. Ni más ni menos. No estamos ante una propuesta que marque límites ni caminos ni vías a ninguna otra comunidad autónoma, porque afirmar eso sería tanto como negar la propia independencia".

"Las fotocopiadoras no funcionan en el desarrollo autonómico. Y si han funcionado se han revelado como un fracaso", ironizó, y "ningún parlamento autonómico puede renunciar a la dignidad aceptando un texto desde el 'reenviar' de otro parlamento".

En cuanto al contenido de la propuesta, criticó aspectos como la norma electoral que excluiría de las Cortes valencianas a las formaciones con menos de un 5 por ciento de los votos, lo que supone "menos democracia, menos representación".

Se refirió, asimismo, al ámbito lingüístico, sobre lo que recalcó que al hacer referencia al valenciano, la propuesta habla de la lengua que en Valencia se llama valenciano y en Cataluña catalán, con lo que puede conducir al "equívoco", por lo que emplazó a superar este "malentendido sinuoso y 'guadianesco'" de la lengua.