Durán i Lleida empezó su intervención en el debate de investidura de Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno, haciendo una referencia a lo que denominó "el voto del miedo" que, en su opinión, decidió los comicios del 9-M en favor del PSOE. Dijo que votar por miedo "no es un voto constructivo, no es un voto a un proyecto de futuro".

Asimismo, instó al gobierno a "abandonar su genético optimismo", ya que "sus previsiones son las más optimistas de entre las que se han efectuado".

CiU urgió a Zapatero a publicar las balanzas fiscales, no como instrumento de confrontación política con otras Comunidades Autónomas, sino para "aportar transparecia y acabar con la opacidad y la fácil demagogia" de que unas regiones contribuyen más que otras a las arcas públicas.

Duran i Lleida le ofreció pasar a la historia como "el presidente que resolvió el problema de Cataluña y España" en referencia a la propuesta del trasvase del río Ródano. "Necesitamos agua, y el agua sólo puede obtenerse de donde la hay. Tenemos los mismos recursos que hace 25 años, pero hemos incrementado sustancialmente la población".

Asimismo, pidió al Gobierno el freno de la caída del consumo, la agilización de la inversión, la reforma de la política de estabilidad presupuestaria y estimular el ahorro con propuestas de política fiscal con la supresión de algunas tasascomo el Impuesto sobre Sucesiones o la reducción del Impuesto de Sociedades.

También instó al Ejecutivo a llevar a cabo reformas en la política energética y en la política laboral. En ésta última, para que haya "más seguridad para los trabajadores en su puesto de trabajo".

En el área de educación, Durán i Lleida propuso una "repetición de los pactos que en un día se bautizaron como Pactos de la Moncloa" para fijar un modelo de enseñanza a largo plazo que no se modifique cada vez que cambie el Gobierno de España.