El portavoz de los nacionalistas catalanes en la Cámara Baja, Joaquim Molins, ha afirmado que "estamos entrando en el juego de los despropósitos" y que su grupo no va a contrubuir a enrarecer más l situación política del país.

Molins ha asegurado que se opondrán a la comisión sobre el GAL porque el tema está "sub iudice", y a la que pide el PP sobre las relaciones del Gobierno con los medios de comunicación, porque sólo se pueden pedir responsabilidades políticas a los gobiernos en ejercicio.

El dirigente de CiU ha calificado de "planteamiento muy poco serio" el del portavoz del Grupo Popular, Luis de Grandes, cuando emplazó al PSOE a retirar su iniciativa investigadora si este partido haca lo propio con la del PP. "En nada ayuda a la propia convivencia democrática", dijo Molins, que insistió que "no colaboraremos en nada para añadir fuego al enfrentamiento".

Por otro lado, Joaquim Molins ha ratificado que su grupo votará el próximo jueves en contra la la Ley del Fútbol porque no comparte el criterio del Gobierno sobre la retroactividad.

Explicó que desde el pasado jueves no ha vuelto a intercambiar con el Gobierno enmiendas a la ley que satisfagan el deseo de CiU. Ha advertido tabién que su grupo no defiende sólo "ni principalmente" los derechos televisivos de TV3 en esta pugna política.

SOLO TV3, "METAFISICAMENTE IMPOSIBLE"

Joaquim Molins ha revelado que el Gobierno, en contra de la versión que han hecho circular portavoces gubernamentales, no ha hecho a CiU ninguna oferta de 'salvar' los derechos de TV3 y ha afirmado que eso es "metafísicamente imposible".

Consideró que no se pueden poner en cuestión los derechos de emisión de la liga de fútbol que Audiovisual Sport xplota con "legitimidad".

Por último, el portavoz de CiU volvió a criticar al secretario de Estado para la Comunicación, Miguel Angel Rodríguez, por su "intervención desproporcionada" de ayer ante la Comisión Constitucional del Congreso.

No obstante, ha advertido que el "problema" quien lo tiene es el Gobierno y su presidente, José María Aznar, que permite que una persona como Rodríguez haga "comentarios impertinentes" en su labor como portavoz del Ejecutivo.

Es a Aznar a quien compete, añadó, decidir si quiere un portavoz que ayude a la comprensión del Gobierno ante la sociedad o quiere a un portavoz que "incita al enfrentamiento y a la bronca".