En la actualidad sólo se puede registrar el nombre propio que otorguen los padres a sus hijos si el "feto que tuviese figura humana viviese 24 horas enteramente desprendido del seno materno".

El portavoz de CiU en la Comisión de Justicia, Jordi Jané, considera que también debe permitirse la inscripción en dicho registro de los hijos o hijas que fallezcan antes de las 24 horas desde su nacimiento, antes del parto (prenatal) o dentro de un período prudencial desde la gestación o de forma perinatal.

Jané considera que debe resolverse esta situación porque se están dando casos en que las familias que sufren la pérdida de su hijo tienen que soportar además que en los documentos públicos y privados que genere dicha defunción se refieran al fallecido con sobrenombres impuestos de hembra, varón o difunto, sin la posibilidad de que los progenitores puedan otorgarle un nombre al no proceder su inscripción en el Registro Civil.

Jané recuerda el caso de un matrimonio que se ha encontrado en esta situación y ha impulsado la llamada "reforma Amanda" (en alusión al nombre que quisieron poner estos padres a su hija y no pudieron inscribirlo en el Registro Civil) con la que se pretende conseguir las modificaciones legislativas necesarias para permitir que los padres que así lo soliciten puedan inscribir en el Registro Civil el nombre del hijo que haya fallecido antes de las 24 horas desde su nacimiento, o bien antes del parto o dentro de un período prudencial de gestación.