El portavoz de CiU hizo esta afirmación en su discurso en el Congreso de los Diputados, donde compareció el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para dar cuenta de los acuerdos logrados en el seno del Consejo Europeo.

Macias instó al Gobierno a elaborar un "plan de crisis" nacional para que en febrero de 2009 el país "disponga de una estrategia" con la que afrontar la actual coyuntura económica.

Según el portavoz de CiU, este plan debe incorporar las medidas incluidas en los Presupuestos Generales del Estado y las medidas extrapresupuestarias acordadas por las sucesivas reuniones del Consejo de Ministros.

En este sentido, Macias criticó que "cada semana" el Gobierno engrose su estrategia para afrontar la crisis con un "nuevo paquete de medidas" que no está incluido en un plan coordinado, pues, "la crisis parece profunda y por tanto merece una estrategia poderosa y continuada".

Además, el portavoz de CiU pidió al Gobierno que informe sobre "los objetivos" alcanzados por las medidas puestas en marcha hasta ahora.

Por otra parte, consideró "importante", el "el compromiso europeo de lograr un plan coordinado contra la crisis", que se centra en "restablecer la confianza" en el sistema financiero, impulsar la "reactivación" económica y "reforzar el sistema financiero" con la mejora de sus controles.

"Lo importante", en España, "es que el crédito llegue a las familias y a las empresas", y por eso afirmó que "es preciso reestructurar el fondo del ICO" para que garantice que los recursos financieros llegan a las familias y empresas.

Macias instó también al Gobierno a imitar a la UE que ha emprendido un plan de inversión e impulso en I+D+i para fomentar el desarrollo "sostenible". Una iniciativa que sería aplicable también al Estado español.

El portavoz de CiU pidió al presidente del Ejecutivo que se consolide "de una vez la estabilización del marco fiscal de apoyo a la I+D+i".

Además, Macias manifestó su "esperanza moderada" en Europa y auguró que quizás se haya puesto fin "a la deriva en la que nos había metido el no irlandés" con su rechazo al Tratado de Lisboa y reiteró el "respeto máximo (de su partido) a las decisiones que tome el pueblo irlandés".