El terrorismo es el principal problema que debe afrontar nuestro país según el 77,8 por ciento de los ciudadanos, mientras que un 62,9 por ciento sitúan en segundo lugar al paro. El pasado mes de abril estos porcentajes eran del 66,9del 67,2 por ciento, respectivamente.

Al presentar estos datos en rueda de prensa, el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Jorge Fernández Díaz, consideró cumplida la premisa de que la comisión de atentados aumenta la sensación de preocupación de los ciudadanos.

Recordó que las fechas en las que se efectuó el trabajo de campo de esta encuesta, entre los días 13 y 18 del pasado mes de julio, coincidieron con los asesinatos de un concejal de Unión del Pueblo Navarro (UPN), y de un mado de la Ertzaintza. Días antes ETA había asesinado a un policía nacional con un coche bomba.

No obstante, el paro sí que es el principal problema señalado por los ciudadanos cuando se les pregunta por las cuestiones que, personalmente, les afectan más.

AYUDA DE LA UE

El barómetro del CIS correspondiente al mes de julio contiene un monográfico de preguntas relativas a la Unión Europea, una de las cuales se refiere a la lucha contra el terrorismo. Las respuestas a esta cuestion reflejan que los iudadanos están divididos acerca de la ayuda que presta la Unión Europea para atajar la violencia, ya que un 43,3 por ciento ve respaldo y un 42,6 por ciento, no.

El siguiente problema que debe afrontar España es, a juicio de los ciudadanos, la droga y el alcoholismo, señalado por el 17 por ciento. A continuación se sitúan la inmigración, apuntado por el 15,3 por ciento, y los problemas económicos, cruciales para el 10 por ciento de los ciudadanos.

La lista continúa con la delincuencia y la insegridad ciudadana (9,9%), los problemas políticos (5,4%), la sanidad (4,1%), la vivienda (3,7%), los problemas sociales (3,2%), las pensiones (3%), el sistema educativo (2,8%), el déficit de los valores sociales (2,1%), la ganadería y la alimentación (2%), la precariedad en el empleo (1,9%).

Los últimos problemas señalados por los ciudadanos son el mal funcionamiento de los servicios públicos, la contaminación, la actuación judicial, el racismo, los problemas de la juventud, la violencia contra las mujees, o las cuestiones derivadas de las autonomías.