El dirigente socialista insistió, no obstante, en una rueda de prensa celebrada este mediodía en la sede del PSOE valenciano, en que "ahora quien tiene que hacer esfuerzos para lograr la gobernabilidad del país es el Partido Popular y nosotros los socialistas, ejercer la oposición".

Ciprià Ciscar adelantó que el PSOE sólo se abstendría en una eventual votación de investidura de José María Aznar para que fuera elegido por mayoría simple "si se dan circunstancias excepcionales y extraordiarias" que amenacen la economía española o la convivencia social.

"Como estas circustancia no se dan, por ahora", comentó el dirigente socialista, "lo lógico y más coherente que podemos hacer, con los más de nueve millones de votos obtenidos en las urnas, es votar en contra de esta investidura".

Reiteró que el PSOE mantiene el compromiso de hacer oposición "de manera seria, rigurosa y constructiva, eliminando cualquier descalificación al gobierno, al contrario de lo que ha hecho la derecha del Patido Popular y sus apoyos medíaticos".

La tolerancia y la defensa de las conquistas sociales, según indicó, inspirarán las actuaciones del PSOE en la oposición, además de "un acercamiento a la juventud, a la intelectualidad y a todas las fuerzas de progreso que nos han dado su voto".

El número tres del PSOE resaltó "el escaso margen de votos de diferencia" entre su partido y el PP, lo que, a su juicio, convierte al Partido Socialista en la única alternativa de gobierno en el futuro".

Ciscar e mostró convencido de que la unidad del PSOE "ha salido reforzada en estas elecciones", al tiempo que defendió la necesidad de una renovación "pero entendida como aportación de ideas de todos los progresistas y acercamiento a la ciudadanía de progreso".